Sebastian Vettel (1º) junto a
Mark Webber (2º) y Romain Grosjean (3º) en el podio de Suzuka tras la
finalización del Gran Premio de Japón en el que acababa de conseguir su 5ª
victoria consecutiva y la 9ª de la temporada, dejando el mundial prácticamente
para sentencia.
El alemán Sebastian Vettel (Red Bull RB9 Renault) se ha adjudicado esta mañana la victoria en la 29ª Edición del Gran Premio
de Japón disputado en el Circuito Internacional de Suzuka. Podríamos decir que la carrera, visto el resultado final, ha
sido más de lo mismo, pero en absoluto ha sido así. Vettel ha tenido que
trabajar de lo lindo para superar a todos sus rivales; eso sí, a los mandos de
un coche invencible y de un equipo que trabaja exclusivamente para él, sin
ningún tipo de sentimentalismos con el segundo piloto, que, de verdad, después
de siete años trabajando con este equipo (más otros dos en Jaguar Racing, el embrión
de lo que hoy en día es Red Bull Racing) merece mucho más de lo que éste le está dando.
Al apagarse el semáforo, un
desmelenado Romain Grosjean (Lotus E21 Renault) adelantó a todos y se puso a
liderar la prueba con sorprendente autoridad por delante de los dos Red Bull de
Webber y Vettel, y de un Lewis Hamilton (Mercedes W04) que sufría un pinchazo
en la primera curva que lo descartaba de inmediato para el resto de la carrera.
Tras el primer cambio de gomas todo
siguió igual, y fue entonces cuando el equipo de la bebida energética decidió
echar mano de su repertorio estratégico. Dice un viejo refrán japonés que
“Estudiando en el pasado, se aprende lo nuevo”… así que repitieron jugadas
estratégicas del pasado. Para ello metieron a Webber en boxes cambiando su
estrategia a tres paradas. De inmediato Grosjean le siguió, y Vettel se encontró
liderando y con pista libre, absolutamente igual que cuando Alonso siguió a Webber en Abu Dhabi 2010,
sirviendo en bandeja el campeonato a Vettel y segando de raíz todas las
posibilidades del hasta entonces más serio aspirante al campeonato Mark Webber.
Está claro que la jugada estratégica de Suzuka podía haber sido organizada de una
forma diferente por Red Bull, para favorecer a Webber por ejemplo, pero, como
siempre, no fue así. En este equipo “Red
Vettel”, todo, absolutamente todo, gira alrededor de su piloto estrella,
Sebastian Vettel, y el bueno de Mark ahora mismo se ha convertido en la
marioneta del equipo, al cual manejan a su libre antojo y conveniencia sin
tener en cuenta lealtades y servicios del pasado. Así que Webber arrancó desde
la pole, hizo una carrera sin errores y acabó segundo. El equipo lo sacrificó
una vez más en beneficio del chico prodigio (y a la vez mimado) de Red Bull.
Tercero en el podio fue Romain
Grosjean, el único capaz de aguantar al los Red Bull, y cuarto el español
Fernando Alonso, que en Suzuka se convertía en el piloto que más puntos ha
conseguido sumar en la historia de los mundiales de F1 con 1571, ya por delante
del heptacampeón Michael Schumacher.
Hasta aquí la crónica de una carrera normal, una más, pero no fue así. No
fue una carrera más. En el paddock había tristeza. Mucha tristeza. El viernes,
a mitad de los entrenamientos libres, llegó a Suzuka la noticia del
fallecimiento repentino de María de Villota. La madrileña había sido una
integrante más de este elitista y selecto grupo que forman los pilotos de F1, y desde que sufriera su
terrible accidente en Duxford en julio de 2012 se había convertido en todo un
ejemplo de superación para todos los componentes de este complicado mundo de la
F1. Desde entonces María trabajaba para la FIA y desde marzo de 2013 formaba
parte de la Comisión de Pilotos junto a
Nigel Mansell y Karun Chandhok. La noticia de su pérdida dejaba perplejos a
todos. Equipos y pilotos adoptaron en sus cascos y monturas su estrella de la
suerte a modo de homenaje, y en el podio no hubo fiesta, solo mucho respeto.
Ahora, mientras acabo de redactar esta crónica, puedo imaginar Suzuka ya
de noche, en penumbra, con las persianas de los garajes bajadas y potentes
focos alumbrando la parte de atrás de los boxes, mientras los mecánicos cargan a toda prisa
los restos del equipo en sus respectivos camiones… y en el cielo de Japón,
brillando con todo su esplendor, una estrella más, la estrella de María de
Villota.
María iba a presentar mañana en Sevilla su libro “La vida es un regalo”.
Tomemos nota pues y hasta la próxima.
CLASIFICACIÓN DE LA PRUEBA:
CLASIFICACIÓN MUNDIAL
2013:
Jose Sarrió para Alicantesport
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