jueves, 7 de marzo de 2013

Comunicado de Sergio Fernández


Tras meses de voluntario silencio destinado a evitar conflictos que pudieran perjudicar al Hércules Club de Fútbol y su afición, considero que la defensa de mi propio prestigio profesional y personal me obliga a tomar la palabra, debido  al daño personal y profesional que he padecido, con la premisa y única prioridad en la defensa y respeto a un club al que le debo mucho y que de forma inquebrantable, a pesar de esta difícil etapa, seguiré unido de por vida.

El proyecto integral de club que se inició en la temporada 2011/2012 consistía en profesionalizar y garantizar las estructuras técnicas. Otra cosa bien distinta, son los cambios que se generaron con la nueva gestión y la facilidad con la que ahora se justifican los actuales resultados.

Mi postura no solamente pretendía garantizar esto, sino poner en valor dos cuestiones fundamentales. En primer lugar, respetar la labor y las decisiones de los nuevos directivos y abrir el camino al nuevo proyecto que supuestamente comenzaba.

Con estos acontecimientos, no puedo dejar escapar que mis atribuciones y competencias leales en materia deportiva habían quedado anuladas, incumpliendo claramente todos los acuerdos que de forma profesional me unían al club.

Cuando recuerdo mis primeros contactos al inicio de la temporada pasada, no sólo venía con asignaturas pendientes de lo que significó para mí una salida frustrada como jugador, algo que me empujaba y motivaba a cerrar el círculo, sino que además consiguieron convencerme con lo que después significó uno de los grandes revulsivos de la familia herculana que fue la capacidad de devolvernos a todos la ilusión.

Al menos a mí, me la devolvió.

El modelo estuvo basado en la transparencia, claridad y diálogo continuo con todos los agentes relacionados directa e indirectamente con nuestra entidad deportiva. Un proyecto que, además, contó siempre con el respaldo mayoritario de la masa social herculana.

La incorporación del nuevo presidente, unida a la particular manera de entender este club por parte del propietario, no sólo generó grandes diferencias con la concepción del inicio de este emprendedor proyecto al que me incorporé, sino que hizo totalmente imposible la relación profesional.

Quiero dejar claro que todas las decisiones que de forma responsable, absolutamente responsable, adopté vinculadas a la contratación de futbolistas, cuerpo técnico, servicios médicos, profesionales de la comunicación, entrenadores…etc todos y cada uno de ellos con trayectoria más que contrastada, fueron las personas en las que se asentó este gran proyecto.

Gracias César, Rafa, Russo, Juanmi, Miki, Jorge, Santacruz, Santi…y especialmente doy gracias a mi familia. Os tendré siempre en mi agenda de amigos y no dudéis  de que si algún día se da la oportunidad volveré a contar con cada uno de vosotros por vuestro firme e innegociable compromiso, tenacidad y productividad.

De las situaciones extremas, de los malos momentos siempre hay que aprender y quedarse con lo bueno, con los verdaderos, los que siempre están y los que no me cabe la menor duda que seguirán estando a pesar de todo y no como el resto, que por cierto son muchos, los cuáles se diluyen tan fácilmente cuando uno acaba siendo sólo: Sergio.

Mención aparte y absoluto respeto tiene para mí el llamado COMITÉ EJECUTIVO con Perfecto Palacio a la cabeza, cuyo aliento, entusiasmo y planificación devolvió al Hércules credibilidad y respeto junto a dos grandes empresarios Miguel Quintanilla y Juanjo Huerga, persona que motivó en parte este proyecto.

No me olvido de la lealtad, preparación y vocación de Carmelo del Pozo. Un magnífico profesional con el que he compartido esta travesía en la dirección deportiva, cuyos principios y responsabilidad ha antepuesto siempre en sus tareas.

Si tuviera que comparar esta ilusionante etapa unida a una visión integral de club lo haría con el que denominábamos fútbol formativo, que activamos con la finalidad de construir y cimentar un modelo 100% profesional y con garantías de futuro.

En este instante, parece difícil justificar sus actuales resultados, pero lo que habría que explicar son las arbitrarias y caprichosas decisiones, tan poco responsables y serias que se han adoptado hasta el día de hoy.

El presente y futuro del Hércules pasa por recuperar el lugar que le pertenece en el fútbol nacional.

Puedo asegurar, que desde donde esté desarrollando mi actividad, que a buen seguro seguirá ligada con el mundo profesional del fútbol, os llevaré en mi pensamiento y por qué no decirlo también en mi corazón.

Deseo agradecer públicamente el extraordinario afecto y respeto que me han dispensado siempre las peñas, aficionados y herculanos de una ciudad que siento como propia, Alicante. Gracias a todos. Hasta pronto.

Sergio Fernández Álvarez

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comparte

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites