sábado, 21 de junio de 2014

7 días de Alicantesport en Brasil


Siete días en Brasil con motivo del Mundial pasan muy rápido, y dan para mucho. La llegada a Salvador de Bahía, una de las ciudades más especiales de Brasil, estuvo llena de sorpresas. El primer día sirvió de toma de contacto con sus gentes, y el destino quiso que nos perdiéramos en el Pelourinho, el centro histórico, y acabáramos en la mayor fiesta jamás vista: la de São João de Bahía, donde música y color son todo uno. Miles de brasileños abarrotaban las estrechas calles salvadoreñas, y todos exhibían orgullosos la camiseta de su país, en un crisol verdiamarillo bajo el lema de la nación: Ordem e progresso. Una enorme batucada de la escuela de olodum ponía la banda sonora a un país que debutaba con victoria en el mundial, y la euforia se apoderaba del empedrado suelo de la primera capital de Brasil.



Al día siguiente, viernes, nos aguardaba la cita más esperada: el debut de España frente a la subcampeona del mundo. El escenario, el impresionante estadio Arena de Fonte Nova, a cuyos pies un hermoso lago salpicado de baianas, las mujeres icono de Salvador, recibe a sus visitantes.


Ciudad de grandes contrastes, los alrededores del fastuoso estadio están jalonados por casas derruidas y paupérrimos barrios, en los que uno se pregunta cuál es exactamente la conexión entre ambos mundos.


Como sabemos, el resultado deportivo no pudo ser peor para la roja, pero aun así disfrutamos mucho de la experiencia de trabajar en un mundial, con los mejores profesionales del mundo. El personal de la FIFA y las decenas de voluntarios no podían ser más amables, y la calidez de los compañeros brasileños del Centro Abierto de Medios, donde llevamos a cabo gran parte de nuestro trabajo, fue inolvidable.


Igualmente, el ambiente de las aficiones en las horas previas al partido llenaba la ciudad de complicidad y celebración. En nuestro hotel coincidimos con aficionados de Holanda, España, Alemania y Portugal, imbuidos de esa sensación especial de estar a miles de kilómetros de casa para disfrutar del deporte rey. Caracterizaciones de todo tipo se podían encontrar entre los preparativos para los partidos.


El sábado, la ciudad nos obsequió con una visita guiada por el centro de Salvador. Tuvimos como compañeros de tour una pareja de periodistas indonesios de televisión que, incluso sin ser acreditados por la FIFA para cubrir la competición, habían venido un mes entero a Brasil para seguir la Copa recorriendo varias sedes. La visita tuvo como punto fuerte la iglesia del Sr. de Bonfim. En una ciudad con más de trescientas iglesias, esta es especial por la bella tradición que acogen sus puertas: si atas una cinta (una fita) en la reja que la rodea y pides un deseo, con un poquito de fe, se cumplirá.





El domingo fue nuestro día de asueto, y quisimos aprovecharlo al máximo viajando al norte, hasta Praia do Forte, un pequeño paraíso tropical de playas cristalinas que acogen el proyecto Tamar, de protección de las tortugas marinas. Allí conocimos a la tortuga “cabezuda” que ha tomado el testigo del pulpo Paul, con sus particulares predicciones para los partidos en función de la sardina que elige para alimentarse. En el área de Praia do Forte se hallaba también la sede de Croacia en este mundial.



El lunes tocaba plato fuerte: Alemania – Portugal, de nuevo en Fonte Nova. Salvador se vestía de los colores de ambas selecciones, mientras los brasileños trataban de decantarse por un equipo u otro. Sobre el campo, grandes conocidos de la liga española: Özil, Kedhira, Pepe, Coentrao y, sobre todo, Cristiano Ronaldo. Una vez más, debacle de los equipos de la Península Ibérica, que a este paso podrán compartir vuelo de regreso a Europa.





Al día siguiente tuvo lugar la presentación del proyecto “Alicante, ciudad del deporte” en el Centro Abierto de Medios, ubicado en el Centro Cultural Câmara dos Vereadores, punto neurálgico de la información deportiva en Salvador de Bahía. A ella asistieron miembros del Ministerio de Deporte del Gobierno Federal de Brasil, de la Secretaría de Estado de Turismo de Bahía y de la Administración del Gobierno de Bahía. José Luis Pérez, embajador del proyecto en Brasil, promocionó Alicante como destino deportivo y obsequió a los asistentes con merchandising facilitado por el Ayuntamiento de Alicante.


Tras la presentación, hubo que hacer las maletas y volar para Río, donde nos aguardaba la final roja entre Chile y España. Así, el miércoles, desde primera hora, el templo del fútbol era asaltado por centenares de aficionados chilenos sedientos de balompié.


La avalancha y el ímpetu de la torcida chilena se hacían notar a kilómetros a la redonda de Maracanã, mientras la ilusión de poner un pie en el estadio más emblemático del planeta nos invadía. En la sala de medios trabajaban los más grandes entre los grandes, lo cual nos reservaba el privilegio de trabajar junto a Maldini, Zamorano, Pellegrini, Kiko, Alfredo Martínez, Mr. Chip, Mc.Manaman, Camacho, Juanma Castaño, Capdevila… y ser entrevistado, incluso, para SkySport.


El partido entre España y Chile dejaba la emoción de escuchar el himno de España en el corazón futbolístico de Brasil junto a la pena de ver escapar la clasificación a la siguiente fase.



Fuimos testigos presenciales de la invasión chilena a la zona de prensa, enorme y dotada de todas las comodidades, y de las lágrimas de los nuestros camino del vestuario mientras los chilenos atronaban con cánticos de victoria.



Una semana sin duda inolvidable, plagada de life-time experiences, donde la dulzura del idioma y la hospitalidad del país han conquistado nuestra alma para siempre.


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