En esta época de crisis económica los organizadores de las carreras ciclistas tienen que hacer maravillas para sacar sus pruebas adelante. Tampoco la crisis deportiva provocada por los casos de dopaje y la mala y poca prensa, que ha tendido a ir abandonando a un deporte que era de masas en los años 90, ayudan demasiado. Cada año vemos como desaparecen carreras por falta de apoyos financieros. Otras sobreviven reduciendo sus días de competición o simplemente convirtiéndose en clásicas de un día. Lo que hay da para lo que da, y hemos de estar agradecidos de que el ciclismo no acabe muriendo en nuestro país por falta de carreras y equipos....